LA PELVIS EN CLÍNICA IRAZU
La Fisioterapia Avanzada es un hecho y en Clínica Irazu somos Especialistas en Fisioterapia Pelvi-perineal, en la reeducación Uroginecológica y Visceral con la cual vamos a ayudarte, acompañarte y enseñarte todas las herramientas disponibles que existen a tu alcance para solucionar y/o mejorar tu situación corporal y emocional.
Te acompañamos en el camino del cambio corporal y emocional. Es un momento único en la vida de una mujer; pudiendo ser fácil de llevar o teniendo sus dificultades, en Clínica Irazu entendemos tu situación y adoptamos diferentes recursos para favorecer esa experiencia.
Inflamación intestinal, dismenorreas, cistitis de repetición, hiperactividad vesical, estreñimiento, prolapsos de órganos, incontinencia urinaria, anal a gases o a heces, etc. Post cirugías.
Dolores en relaciones sexuales, anorgasmia, insensibilidad, autoconocimiento del propio cuerpo, etc.
Hipertonía muscular, puntos gatillo, atrapamiento del pudendo, dolor post-cirugías, fisuras anales, etc.
Normalización del tono diafragmático torácico y pélvico.
Reduciremos el dolor de esa cicatriz o de esa contractura.
Mejoraremos la calidad del tejido conjuntivo y muscular mediante la regeneración.
Realizaremos técnicas hipopresivas y enseñaremos la gimnasia hipopresiva.
Haremos uso del Biofedback y electroestimulador para reaprender a sentir y saber controlar la activación muscular.
Un mundo muy desconocido para los hombres porque su posible problemática llega a una edad más bien tardía. A diferencia de las mujeres, los hombres no tienen la responsabilidad de tener un cuidado personal cíclico mensual y por ello su día a día transcurre ajeno a posibles atenciones puntuales a dicha zona corporal.
Hasta que un día puede que llegue una disfunción de carácter importante que haga prestarle una atención hasta entonces desconocida.
A continuación tienes nuestro enfoque a la pelvis masculina:
Aprender a tener unos hábitos saludables de vida.
Ejercicio Físico.
Alimentación saludable.
Técnicas de respiración, relajación y control postural.
Reducir el umbral del dolor o incluso quitarlo.
Mejorar en el autoconocimiento del propio cuerpo.
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